«—Bienvenidos a Hollywood. ¿Cuál es su sueño? Todo el mundo viene aquí. Esto es Hollywood, tierra de sueños: unos se hacen realidad y otros no; pero sigan soñando. Esto es Hollywood. Siempre es hora de soñar, así que sigan soñando.» — Pretty Woman (1990).
Estoy segura que más de uno de los que leeréis estas líneas sabréis perfectamente qué ocurrió justo antes de este pequeño monólogo. La autora de la que vengo a hablaros hoy tiene mucho que ver con esta preciosa historia, a la vez que la misma tiene mucha influencia en ella. No es otra que Bárbara Lorenzo, natural de Granada y Malagueña de corazón.
Esta escritora de novela romántica dio el pistoletazo de salida hace unos años con Algún día volveré, que pronto daría que hablar a los lectores que surgieron en los alrededores. Con un estilo claro y contemporáneo, esta autora ha conseguido llegar a alma de mucha gente (incluida la mía) con sus historias llenas de pasión, intriga y mucho, pero que mucho, amor.
¿El ingrediente secreto? Ninguno. ¿Su inspiración? Cualquier cosa. Esas son las directrices que Bárbara sigue para escribir y las cuales han dado como fruto tres novelas: la bilogía compuesta por Algún día volveré y Sigo soñando contigo, y El primero de un millón de besos. Con los dos primeros, Tiziano y Julieta nos enamoraron en los parajes de Italia más insospechados. El segundo se centró en un triángulo amoroso en el que la edad jugaba un papel fundamental: ¿se puede una mujer hecha y derecha enamorar de un adolescente alocado?
La vida le ha dado muchas alegrías, pero las más grandes han sido su marido y sus dos preciosos hijos, cuyas travesuras la llenan de dicha cada día. Azafata de altos vuelos, conoció a su marido en uno de estos viajes y el amor ha cubierto sus vidas desde entonces. Actualmente trabaja en una consultoría aeronáutica, pero no ha dejado de lado su pasión por las letras y continúa enseñándonos proyectos preciosos, tales como la novela en blog Kiss me before flight, que narra las aventuras entre Kevin —joven cadete de la armada americana— y Megan —hija del que capitanea la escuela a la que asiste el muchacho—.
Su éxito entre los lectores es más que evidente, por lo que en Orbe no hemos querido perder la oportunidad de que nos dedicase unas cuantas líneas con la que comprenderemos mejor los entresijos ocultos entre sus historias. Desde la dirección le deseamos toda clase de éxitos y yo, personalmente, le doy las gracias por haber accedido a esta pequeña y divertida entrevista.
La romántica es tu género estrella y tus novelas rebosan una enorme cantidad de emociones fuertes en relaciones contemporáneas que pueden pasarle a cualquiera. Cuéntanos, ¿de dónde surgen esas ideas?
Las ideas surgen de lo más inesperado. De hecho, el otro día fui a un parque de atracciones con mis hijos y se me ocurrió una.
Algo que escucho, algo que me cuentan o que veo en la calle. Para mí, son como el extremo del ovillo. Me gusta tirar de ellas para ver a dónde me llevan. Saco historias de cualquier sitio y, como las que más me gustan son las cotidianas, siempre digo: cuidado con lo que me cuentas, que luego lo uso para un libro.
¿Cuál, de todos tus personajes, es el que más te costó a la hora de escribir sobre él?
Sin lugar a dudas, Cameron. No es un personaje que conozcan los lectores porque pertenece a una historia que he terminado hace dos días, pero ha sido un «ni contigo ni sin ti» escribirla. La nuestra ha sido una relación muy intensa. Lo he dejado, lo he retomado, he perdido la inspiración… Por eso no me podía creer haber puesto el punto final a su capítulo.
El éxito de tus escritos es innegable, pero dinos, ¿tienes en mente escribir sobre algún otro género literario?
Me gustaría escribir un thriller. De hecho, tengo hasta la idea que saqué de un programa de crímenes, pero no la he desarrollado. Está ahí, esperando a que yo me anime. Espero que sea antes que tarde, porque cada vez más me apetece probar otro género, aunque no pienso alejarme de la romántica porque es donde me siento más cómoda.
Lo primero que llama la atención al leer sobre tu vida laboral es ese cambio tan brusco de profesión. ¿Por qué de periodista a azafata de vuelo?
Ser azafata de vuelo fue mi sueño desde que tengo uso de razón. Como dice mi personaje de Violeta en El primero de un millón de besos, la primera vez que subí a un avión y vi a las azafatas dije «yo quiero ser como ellas». Lo de periodista fue porque mis padres me recomendaron que fuese a la universidad y, dentro de lo que había, periodismo era lo que más me gustaba.
Un pajarito nos ha dicho que conociste a tu marido precisamente ejerciendo esa labor. ¿Cómo fue vuestro primer encuentro?
Pues fue en uno de los primeros vuelos que hice. Si mal no recuerdo, un Málaga- Ginebra. En aquella época volábamos en aviación ejecutiva, y se pasó todo el vuelo diciéndome que el pasajero era un diseñador súper famoso que estaba buscando modelos. Y, yo, me lo creí.
Tienes dos preciosos hijos, Javier y Julieta. La protagonista de tu bilogía también lleva ese nombre. ¿Tienes una obsesión con Shakespeare o simplemente le pusiste ese nombre al personaje por tu hija?
A ver, mi hija se llama Julieta por la protagonista de Shakespeare, pero yo usé el nombre para mi personaje mucho antes de que ella naciese.
Empecé la historia cuando nació Javi, mi hijo mayor, y la dejé apartada por lo menos un año porque no creía que iba a ser capaz de terminarla. Llamé Julieta a la protagonista porque era el nombre que me gustaba si hubiese tenido una niña, y lo usé por no quedarme con las ganas. Luego, nació mi hija, y por superstición, no quise cambiarle el nombre a la de mi novela. Así que aquí están las dos.
En tu blog (cuyo enlace colocaremos al final de esta entrevista) estás escribiendo una magnífica historia sobre un joven cadete de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la hija de uno de los magnates de la misma. ¿Cómo se te ocurrió esta historia de amor catalogada como New Adult? ¿Cuál fue tu inspiración?
Esta historia nació como un relato sobre el 4 de julio para un proyecto que luego no salió. Me dio pena dejarlo aparcado, y decidí usarlo para una blog-novela porque me apetecía retarme a mí misma y ver si era capaz de llevar a cabo un proyecto así.
El hecho de que sea New Adult creo que se debe a que me encantan ese tipo de novelas.
El relato tenía unas diez páginas, si mal no recuerdo, y la historia del blog ya ha pasado las cien, así que estoy muy contenta de que la inspiración me haya acompañado, porque yo soy muy de atrancarme [risas].
Cuando empecé a publicar, no tenía ni idea de cómo iba a desarrollase más allá de lo que tenía escrito y, todavía, no sé cuándo acabará. Todo depende de las lectoras, a pesar de que no soy partidaria de alargar las historias de forma innecesaria.
¿Cuál de tus novelas recomendarías para alguien que quiera comenzar a leerte?
Para mí es complicado porque todas me gustan por una cosa u otra, pero los que las han leído todas recomiendan empezar por la bilogía Algún día volveré y Sigo soñando contigo.
Seguro que tienes alguna anécdota como escritora que puedes dar a conocer. ¿Algún fan loco? ¿Problemas con algún personaje en concreto? ¿Te han dado o has dado alguna sorpresa?
Uno de los mejores momentos como escritora fue un mensaje que recibí de una lectora argentina cuando acababa de publicar Algún día volveré. Fue como decir «waw, me ha leído alguien que no me conoce y le ha gustado…».
Luego, como anécdota, la mamá de un compañero de clase del hijo de una amiga (qué lío), estaba leyendo mi libro sin saber que era yo, porque al principio lo publiqué con seudónimo.
¿Futuros proyectos?
Lo más inminente, terminar Kiss me Before flight, la historia del blog. Después, acabar las dos historias que tengo empezadas y un par de relatos relacionados con personajes de mis novelas. Con eso ya tengo al menos para finales de 2017 [risas].
Y por supuesto, seguir con el canal de YouTube, leyendo mucho y aprendiendo de los compañeros.
DATOS DE CONTACTO
Autor: Paquibel Sánchez Rueda
Corrector: J. M. González Vera
Orbe 
Muchísimas gracias a vosotras por querer saber un poco más sobre mí y mis historias. Ha sido un placer responder a vuestras preguntas.
Ha quedado genial! Gracias!
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Reblogueó esto en Desde mi cajón desastre.
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